A la pregunta de si ha habido y hay mujeres guitarristas se suele contestar rápidamente que no, que ninguna, pues se desconocen, por regla general, nombres de mujeres que hayan contribuido con su toque a la evolución de la guitarra flamenca.
Sin embargo, las fuentes desmienten esa afirmación tan categórica, ya
que la presencia femenina a lo largo de la historia de la guitarra
flamenca ha sido más constante de lo que a simple vista parece. Otra
cosa es que no haya sido objeto de atención por parte de los
investigadores y, por lo tanto, su actividad artística no ha sido
documentada y anotada, siendo su aportación relegada de la
historiografía guitarrística al uso. No es que no haya, es que no se les
ve, que no es lo mismo, convirtiéndose en invisibles al conjunto de la
comunidad flamenca. (seguir leyendo artículo de María Jesús Castro, profesora de Historia del Flamenco. Conservatorio Superior de Música del Liceu de Barcelona )
En mundos tradicionalmente tan encorsetados como el del flamenco, la mujer estuvo siempre más vinculada al baile, a lo voluptuoso, a la exhibición de lo físico, mientras que el hombre se centraba en el cante y el toque de la guitarra flamenca.
Afortunadamente se van rompiendo barreras tanto en un sentido como en otro.
Para terminar y celebrando el Día del Flamenco disfrutemos con:
“A mi niña Sarita” ALEGRÍA. Sara Baras. 2010. "Flamenco, flamenco" de Carlos Saura
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